Como otros muchos me embarqué en el hobby de Warhammer de niño. Con toda la ilusión me lie a pintar esas (carísimas) figuras que tanto tenía que rogar a mis padres para que me compraran, ponerlas en formación y lanzarlas contra el enemigo con una lluvia de dados.
Mi primera figura. Una de las viejas miniaturas de dragoneros altos elfos.
Corría el año 1997.
Corría el año 1997.
Sin embargo, conforme más aprendía y disfrutaba del hobby, más sentía que me faltaba algo. Quería que las batallas que libraban mis elfos y mis Tau fueran algo más que escaramuzas entre bandas de 50-80 soldados. Quería que las batallas tuvieran un sentido estratégico como lo que leía en mis libros de historia sobre Patton en Falaise o Rommel en Libia.
No tiene mucho que ver con el blog, pero best flak EVER
Pronto me di cuenta de que el problema se encontraba en la escala. Con miniaturas de 28mm era muy complicado poner sobre la mesa cientos de miniaturas... pero ¡existía el epic! La escala de 6mm abría un enorme abanico de posibilidades.
Desde entonces adoro a mis pequeños ejércitos de 6mm. Pese a que GW reniegue constantemente de este juego, pese a que no haya jugadores activos en un radio de 50 km, pese a que las reglas estén en inglés y dispersas por una miriada de webs foros, pese a que encontrar miniaturas a veces sea complicado...
Aún así, uno encuentra tiempo y ganas para sumergirse en las listas de ejército y dejarse los ojos (mal)pintando estas miniaturas. Al fin y al cabo de eso se trata, de disfrutar con lo que uno hace.
